«El recibo de la luz se ha vuelto a disparar. Pese a que el tiempo hasta ahora ha sido muy benigno, el consumidor medio ha pagado hasta octubre 74 euros más por la factura eléctrica que en el mismo periodo de 2016, y se estima que cuando acabe el año el sobrecoste será de 100 euros, más de un 10% de repunte. El Gobierno achaca este alza a la sequía, que ha hundido la producción hidroeléctrica, una de las energías más asequibles, y ha obligado a quemar carbón y gas, más caras. Las eléctricas se quejan de que la baja pluviosidad les ha costado pérdidas millonarias. Pero otros expertos apuntan que, además del clima, los incrementos responden también a fallos en el mercado y a la escasa oferta de otras energías renovables como la fotovoltaica». Así comienza el artículo de El País que compartimos hoy con vosotros. La preocupación por la sequía extrema es un hecho que repercute sobre nuestro recibo de la luz.
Asimismo, el artículo muestra las distintas opiniones sobre profesionales del sector, indicando la diversidad de las mismas frente a un mismo problema. Entre ellas, nuestro director general, Carlos García Buitrón, ha apuntado que «en España la energía con mayor potencial, y que hasta ahora ha sido desaprovechado, no es la hidráulica ni la eólica, sino la solar. Frente al tópico de las altas subvenciones afirma que el coste actual y la maduración tecnológica de la energía solar fotovoltaica hace que los nuevos proyectos no necesiten ningún tipo de incentivo”.
«La carencia de estas energías renovables, cuyo coste está cercano a cero, se debe suplir quemando carbón o gas en las centrales térmicas o de ciclo combinado, mucho más caros evidentemente que el viento o el agua. Para agravar la ecuación, las materias primas se han disparado en el último año. La baja pluviosidad no solo afecta al consumidor sino también a la cuenta de resultados de las eléctricas.».
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