¿Imaginas salir de casa y no encontrarte con un atasco en la carretera? ¿O abrir la ventana del salón y no escuchar una bocina de vez en cuando? Aunque te suene a cuento nórdico, es posible. Y es posible en España, concretamente en Pontevedra. La ciudad sin coches que lleva desde 1999 trabajando en esta tendencia hasta conseguir lo que es hoy. En su momento, según el alcalde que inició la peatonalización de la ciudad, se montaron protestas ante estas políticas. Sin embargo, actualmente se va más allá de simplemente peatonalizar las cuatro calles del centro. De hecho, una de las últimas iniciativas partió de los profesores y alumnos de un centro público, que propusieron al ayuntamiento sacar el recreo a la plaza. Como consecuencia, se cortó todo el tráfico que la circunvalaba.

Ciudad sin coches: los números hablan por sí solos

En definitiva, eliminar la circulación no solo reduce considerablemente las emisiones de CO2, sino que favorece a una mejora de calidad de vida y a fomentar la presencia de espacios verdes y áreas comunes.

Seguro que te suena de haber oído que Oslo, Hamburgo o Helsinki son algunas de las ciudades donde los coches tienen los días contados. Defendiendo que las posibilidades para convertir núcleos urbanos en ciudades sin coche son reales, y que solo hace falta un cambio de mentalidad en la población para comenzar a hacerlo. Nos ha parecido muy curiosa esta sucesión de imágenes tomadas en una calle de Seattle. En ellas quieren representar la sensación de congestión a la que dan lugar los vehículos de motor en la ciudad. Son cuatro versiones de foto diferentes con 200 personas a bordo de 177 coches, las mismas 200 personas a pie, en otra imagen aparecen simulando el transporte en autobús y en tren y, finalmente, en bicicleta. ¿Qué te hace pensar a ti?